1. Cada día Dios me da Su gracia, como bálsamo a mi corazón. La aflicción y pena de mi alma suavemente aparta mi Señor. Su bondad es tierna y sin mesura, solo Él me sabe consolar. Cada día el gozo y la amargura se entretejen con Su paz.
2. Cada día Dios está conmigo, compasión me muestra sin cesar. Es mi aliento, faro y abrigo, Su consejo sabio Él me da. No hay temor que opaque el mañana, aun sin ver qué rumbo he de seguir. Él promete, en angustia y calma, fortaleza para mí.
3. Dame, Dios, reposo y consuelo; dame, Dios, confianza en Tu voz. Cada día al afrontar tormentos dame fuerza, Padre, por favor. Santo Dios, al ver venir la muerte, pido que camines junto a mí. Cada día ruego me hagas fuerte hasta ir por fin a Ti.