1. Clemente Dios, hoy cual ayer, Tu gracia es luz de Israel. Calor de hogar Tus brazos dan, deleite en grata amistad.
2. Escucha, Dios, el dulce son: solemne es nuestra oración. Tal emoción prorrumpirá en alabanzas sin cesar.
3. Tu bendición delicia es; la aflicción, caudal de fe. El gozo en la hermandad perdura aquí y más allá.
4. Recuerdos del dorado ayer destellan hoy en nuestro ser; son los luceros de Tu paz que en el ocaso brillarán.
5. Oh, gracias, Dios de santidad, pues nos envuelve Tu bondad. Oh, danos paz de Tu alfolí, misericordia y luz sin fin.