1. No hablemos con enojo, mas la lengua reprimid; en el corazón pensemos lo que vamos a decir.
Que nos amemos unos a otros; el Salvador así nos lo mandó. Que nos amemos unos a otros; el Salvador así mandó.
2. Es muy fácil en la ira las pasiones despertar, y la amistad más firme puede en rencor quedar.
Que nos amemos unos a otros; el Salvador así nos lo mandó. Que nos amemos unos a otros; el Salvador así mandó.
3. El amor es muy precioso; bella es la hermandad. No manchemos con la ira nuestra dulce amistad.
Que nos amemos unos a otros; el Salvador así nos lo mandó. Que nos amemos unos a otros; el Salvador así mandó.