1. Brillan rayos de clemencia del gran faro del Señor, y Sus atalayas somos, alumbrando con amor.
Reflejemos los destellos por las olas de la mar; al errante marinero ayudemos a salvar.
2. Tenebrosa es la noche, rugen olas de furor, y con ansia todos buscan ese faro protector.
Reflejemos los destellos por las olas de la mar; al errante marinero ayudemos a salvar.
3. Ajustemos las linternas; los perdidos las verán. Un asilo de las olas nuestras luces mostrarán.
Reflejemos los destellos por las olas de la mar; al errante marinero ayudemos a salvar.