1. Oh Dios de Israel, te rendimos loor a ti, nuestro gran Redentor, de día la sombra, de noche la luz, del mundo eres Rey y Señor.
2. Sabemos que vienes tu grey a juntar, la cual has de guiar a Sión. En valle de muerte no nos dejarás, ni en la vasta desolación.
3. Hemos errado mucho, clamando a ti, extraños, en yermos del mal. Los malos se gozan de nuestro pesar, mas libre Israel quedará.
4. Nos regocijamos, oh hijos de Dios; las señas presentes están. Seamos valientes y fieles al Rey; se vislumbra la gran redención.