1. Las profecías de antaño se cumplen al fin cuando Jesús resucitado al hombre se mostró, glorificado, con su manto blanco descendió. La gente de la tierra prometida exclamó:
“¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios! ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios!”
2. Jesús a los nefitas en su tierra visitó, los justos vieron sus heridas y supieron que: murió y resucitó como Señor y Salvador. Nosotros nos gozamos y cantamos con loor:
"¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios! ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios!”