1. Hay un hogar eterno, lleno de amor,
donde todos cantan, donde no hay dolor.
Ángeles allá cantan, dando a Dios gran loor.
Algún día veremos nuestro hogar de amor.
Oh, dulce hogar, oh bello hogar;
morada de Cristo, oh bello hogar.
2. Miles de flores crecen en aquel hogar,
do los niños suelen al Salvador honrar,
y le cantan, gozosos, himnos de grande loor.
Algún día veremos nuestro hogar de amor.
Oh, dulce hogar, oh bello hogar;
morada de Cristo, oh bello hogar.
3. Pronto tendré la dicha de morar allá.
Rescatóme Cristo; mi protección será.
Lo veré ya muy pronto, en Su mansión celestial.
Ese día veremos nuestro hogar de amor.
Oh, dulce hogar, oh bello hogar;
morada de Cristo, oh bello hogar.