1. Bienvenido, día santo;
hoy podemos descansar.
Bienvenida tu aurora;
es el día de orar.
Los maestros nos saludan
con amor y devoción
y procuran enseñarnos
a vivir la ley de Dios.
Bienvenido, día santo;
hoy podemos descansar.
Bienvenida tu aurora;
es el día de orar.
2. Escuchad el son alegre
de campanas por doquier,
y el canto de los niños
que alegra todo ser.
Cada nota nos invita
a venir sin demorar,
escuchar el Evangelio,
y a Cristo adorar.
Bienvenido, día santo;
hoy podemos descansar.
Bienvenida tu aurora;
es el día de orar.
3. Inclinamos la cabeza
en señal de devoción,
y con corazones listos
recibimos instrucción.
De los libros tan sagrados,
aprendemos la piedad;
sus palabras inspiradas
nos aclaran la verdad.
Bienvenido, día santo;
hoy podemos descansar.
Bienvenida tu aurora;
es el día de orar.
4. Con amigos y vecinos
nos juntamos con amor.
Somos fieles compañeros
en el Reino del Señor.
Pruebas nuestra fe aumentan;
es más noble la virtud
que coronas y elogios
de impía multitud.
Bienvenido, día santo;
hoy podemos descansar.
Bienvenida tu aurora;
es el día de orar.
Letra: Robert B. Baird, 1855–1916.
Música: Ebenezer Beesley, 1840–1906.